jueves, 8 de marzo de 2018

Reseña: Oh! Gunquit - Lightning Likes Me (Dirty Water Records / Decapitator Records, 2017)




Gracias a que Londres es una ciudad cosmopolita y multicultural en la que coinciden personas de las más diversas nacionalidades y etnias es que ha sido posible que se conciban algunos de los proyectos musicales más interesantes de los últimos años y los cuales difícilmente hubieran sido posibles en cualquier otros lugar del planeta, siendo uno de los casos más recientes el del quinteto bautizado como Oh! Gunquit.

Todo inició en el 2010 cuando Tina (voz, trompeta) y Simon (guitarra, coros) se conocieron en la capital de Inglaterra y descubrieron que tenían gustos extravagantes similares, tanto en la manera de vestir como en lo referente a la música, por lo que decidieron formar su propia banda en la que incorporaron los más variados estilos y sonidos.

Ya con la incorporación de Chuchi Malpersona (saxofón), VV (bajo) y Alex De Renzi (batería), lo que se obtuvo como resultado fue un proyecto en el que se aprecian rasgos de rock & roll desobediente, punk rock, coros pegajosos, psicodelia, melodías amigables y mucho fratrock. 

En el 2015 vio la luz su primer LP, el cual llamó la atención de algunos medios, los cuales no dudaron en describir al quinteto como el resultado de una noche de sexo entre los B-52's y The Cramps, lo cual puede ser considerado como un elegante piropo.

Ya con una gran cantidad de sencillos publicados, este año fue lanzado su segundo álbum, titulado Lightning Likes Me, a través de los sellos Dirty Water Records y Decapitator Records. El resultado se aprecia como una continuación de su obra previa, siempre a medio camino entre el rock & roll fúrico y el pop bien hecho y fabricado para incitar al baile esquizofrénico.

Una decena de temas que manejan una amplia paleta sonora y que además cuenta con delirantes letras inspiradas por las viejas películas de ciencia ficción y bajo presupuesto. Desde el momento en que suena "So Long Sucker", que contiene ciertas referencias a las viejas canciones de burlesque que en años recientes revivieron compilaciones como Twistin Rumble, se abre la pista de baile y así continúa durante los siguientes 30 minutos con piezas como "Fireballs" y "Suzy Don't Stop", las cuales recuerdan también al trabajo que actualmente realiza The Dustaphonics.

Si bien, para algunos podría tratarse de una anormal combinación de elementos antagónicos, la realidad es que la forma tan natural en que Oh! Gunquit supo integrar cada una de sus influencias ayudó a concebir un original estilo que nunca se queda estancado y en todo momento se mantiene en movimiento.


1 comentario:

Caigicungre.com.vn dijo...
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