martes, 27 de junio de 2017

UNA NOCHE EN EL CIRCO, UNA NOCHE EN EL WILD O’ FEST 2



¿Qué fue lo bueno y lo malo del Wild O' Fest 2? A continuación compartimos nuestro recuento del festival.

“¿Y tú qué has hecho en los últimos 20 años?”, le pregunta Simon aka Sick Boy a Renton en los primeros minutos de Trainspotting 2, secuela ligeramente inspirada en la novela Porno de Irvine Welsh y probablemente sea la misma pregunta que muchos nos hacemos mientras nos acercamos a la Carpa Astros, ubicada en la zona roja de Tlalpan, para presenciar lo que pronto será historia.

En este lugar alguna vez se encontró uno de los circos más grandes del país, pero a raíz de la ley que prohibió el uso de animales en esta clase de espectáculos se acabó el negocio y los dueños de la carpa optaron por vender el inmueble. Gracias a eso, en muy poco tiempo se ha convertido en un importante espacio en el que cada fin de semana se realizan conciertos y ante la falta de elefantes, osos y tigres, ahora nosotros somos la nueva atracción del circo.

Los noventa nunca se fueron

El motivo de la multitudinaria reunión es la segunda edición del Wild O' Fest, especializado en la música surf y el garage, que desde el anuncio de su cartel llamó la atención por hacer lo que parecía imposible: reunir cinco agrupaciones de origen estadounidense que, en su mayoría, surgieron en la década de los noventa y vivieron la época dorada del rock subterráneo americano. Man Or Astro-Man?, Satan’s Pilgrims, Phantom Surfers y The Neptunas son los grupos convocados. Y como banda estelar de la noche están The Sonics, los mismísimos padres fundadores de lo que hoy conocemos como garage-punk pero que en su momento ellos simplemente denominaron rock energético.

Man Or Astro-Man antes de su presentación. Fotografía cortesía de Brian Teasley

Todos los integrantes de las bandas se conocen entre sí y en más de una ocasión han llegado a compartir escenario en distintos conciertos, pero el Wild O' 2 se encargó de reunir en un mismo lugar a la quinteta por primera vez en la historia. “Nuestra intensión es posicionarnos al lado de los más importantes festivales musicales de este tipo de música”, afirmaron los organizadores del concierto.

Las acciones inician puntuales conforme a lo estipulado y Fenómeno Fuzz se encarga de inaugurar el escenario principal ante una nutrida cantidad de fieles seguidores. Después de su breve actuación le sigue el turno a The Cavernarios (recomendamos leer la entrevista que le realizamos a la banda), el cuarteto camaleónico que sigue en la promoción de su nuevo disco en vivo con el que celebraron sus primeros 15 años de trayectoria. Saben que en un festival el tiempo siempre es reducido, por lo que seleccionan de manera meticulosa sus canciones y con suma facilidad se trasladan del rock & roll gritón a los sonidos instrumentales y la onda chicana. Casi al final de su presentación invitan a la tarima a Marco, guitarrista de la banda de blues-punk Electric Shit, para que los acompañe en un par de temas.

De forma paralela, también se colocó un pequeño escenario afuera de la carpa principal en el que un pinchadiscos selecciona lo mejor de su colección personal de vinilos durante los cambios de instrumentos de las bandas. Esto obliga a la rotación y el movimiento constante de la mayoría del público por todo el inmueble.

A su vez, en otra carpa los integrantes de prensa tenemos la oportunidad de realizar una muy breve serie de preguntas y respuestas con algunos integrantes de las bandas extranjeras del cartel. Desde días antes se rumoreó que Coco, el bajista de Man Or Astro-Man?, había sufrido un accidente que ponía en duda su viaje a México. La duda desapareció en el momento en que los integrantes del conjunto espacial se acercan y no se ve al extrovertido músico. En su lugar aparece Christopher Lance Hays, integrante del staff de la banda y quien esta noche fungirá como cuarto miembro de la tripulación. Al preguntarle a la banda sobre el motivo de la ausencia del bajista original, Star Crunch confirma que fue porque se fracturó una mano, lo que mermó su pasada presentación en el Surf-O-Rama de Valencia y le impidió venir a nuestro país. A manera de complemento, Birdstuff toma el micrófono y con humor revela el verdadero motivo: “La verdad es que Coco no vino porque está audicionando para una nueva versión de Bicentennial Man (El Hombre Bicentenario, adaptación de un cuento del escritor de ciencia ficción Isaac Asimov)”, lo que provoca la risa de todos los reunidos.

“La música nueva suena igual que la vieja”

Por otra parte, en esta breve reunión con medios quien más destacó fue Mike Lucas, bajista de The Phantom Surfers, gracias a su spanglish y sentido del humor. Primero dejó en claro que la banda no tiene intensiones de grabar nuevo álbumes y se sienten bastante cómodos al realizar giras alrededor del mundo. “¿Para qué quieren que grabemos otro álbum si toda la música nueva suena igual a la vieja?”, comentó. De igual forma, se mostró contento de presentarse en el festival pero no sólo por compartir escenario con las bandas estadounidenses sino también por las mexicanas, a quienes dijo conocer y respetar e inclusive recordó que hace una década él se encargó de la mezcla del segundo álbum de Las Ultrasónicas, otro de sus grupos nacionales predilectos. A su vez, cuando se le pide un consejo para cualquier persona que quiera iniciar una banda de música surf su respuesta es clara: “Dejen de creer que la música surf es lo único que existe en el mundo; afuera hay una infinidad de sonidos y géneros por descubrir, además, siempre busquen componer sus propias canciones en lugar de recrear nota por nota lo que otros hicieron en el pasado. Al menos eso es lo que nosotros hemos hecho desde hace casi 30 años”.

En otro sentido, los integrantes de los Satan’s Pilgrims (recomendamos leer nuestra entrevista con la banda) se mostraron orgullosos de presentar en México a Siniestro, su álbum lanzado hace apenas un par de semanas y el primero que grabaron en casi una década. En sus propias palabras, se trata de un regreso a la música surf energética y con ciertas atmósferas tenebrosas como acostumbraron en sus discos de los noventa. “No nos interesa hacer otro álbum psicodélico o experimental como Psychsploitation porque ya dejamos las drogas”, dejaron en claro.

De nueva cuenta en el escenario principal, después de haberse separado hace más de un año, Los Explosivos hicieron su regreso y con su formación clásica de cuarteto. A pesar de los problemas personales de su guitarrista Sabú y las acusaciones de violencia intrafamiliar que recibió hace unos meses, el público mostró una recepción tibia pero aceptable. Desde semanas previas el conjunto compartió en su Bandcamp temas inéditos que conformarán su nuevo material, pero en esta ocasión optaron por ejecutar sólo canciones de sus materiales previos. Mientras el escándalo mediático del guitarrista provocó la separación de Los Infierno, el otro conjunto en el que participaba, parece que con Los Explosivos el efecto fue inverso y logró traerlos de regreso al menos por una noche, porque su otro guitarrista, Tiba, ahora radica en Europa, así que se vislumbra complicado que puedan ofrecer más conciertos próximamente, al menos en México.

La oscuridad se empieza a apoderar de la tarde y a diferencia de los días previos, esta noche no hay rasgos de probables lluvias sino todo lo contrario: la ciudad parece ser compatible con las guitarras reverberantes y con fuzz porque el clima es bastante benévolo. Pero los reencuentros no sólo ocurrieron arriba del escenario porque entre el público también es posible ver a toda una fauna de especímenes de todo tipo y asistieron hasta las personas que jamás pensaste volver a ver en un concierto. También sorprende ver tan pocas máscaras de luchador entre la audiencia pero bien dicen que todas las modas son pasajeras.

Después de una corta espera hacen su arribo The Neptunas, el trío californiano que le pone el toque femenino a la noche. Su estilo semi instrumental ayuda a generar las primeras olas marinas entre los asistentes. Por su parte, Pam Moore, bajista y fundadora del conjunto, habla un español bastante decente, lo que facilita su comunicación y en todo momento se muestra agradecida por estar en México, país al que dice admirar demasiado y confirma que a final de año regresarán a nuestro país para ofrecer un concierto. Hacia el final de su presentación las tres integrantes enfundadas en sus coloridos vestidos que hace imposible no verlas, se colocan unas máscaras de luchador e invitan al escenario a Danny Amis (recomendamos leer nuestra entrevista con el guitarrista), un conocido del público por ser guitarrista de Los Straitjackets y actual bajista de Lost Acapulco. Con él interpretan “Lullaby of the Leaves”, tema que popularizaran The Ventures en 1961. Su intensión es tocar otros par de temas pero el tiempo se les terminó y de forma abrupta les cortan el sonido para continuar con las demás bandas.

Danny Amis, invitado especial de The Neptunas. Fotografía cortesía de Johnny Bartlett

Triste verdad

Durante el de receso me encuentro con Russell Quan, integrante de The Phantom Surfers e infinidad de agrupaciones más, quien destaca por su enorme delgadez y la perpetua sonrisa que lleva en el rostro.

–Hey Russel, ¿podrías firmarme esto? –y le enseño un sencillo de The Mummies.
–Claro, ¿a poco te gusta esta basura? –responde con risas.
–Por supuesto. ¿Crees que alguna vez podremos ver a The Mummies en México?
–A mí me encantaría y un par de empresarios nos lo han propuesto anteriormente pero hay un problema.
–¿Cuál? –le pregunto inquieto.
–Es Larry, nuestro guitarrista, no le gusta México y él no quiere venir.

"Larry no quiere venir pero yo sí", mensaje de Russell Quan. Fotografía de Música Inclasificable

Ahora es Telekrimen el conjunto que toma el control del escenario. El quinteto mexiquense de sonidos desquiciantes provoca el slam multitudinario entre la audiencia. Ninguno de los músicos demuestra demasiada expresividad pero transmiten sus sentimientos a través de sus instrumentos y el estilo furibundo que cada vez los acerca más al punk y los aleja de las aguas de la música surf en que surgieron hace casi dos décadas. Como han hecho en sus recientes presentaciones, interpretan algunos temas de su próximo álbum que se titulará Culto A Lo Imbécil y saldrá a la venta en los próximos meses, justo de cara a su primera gira internacional que los llevará por Italia.

¿Qué secretos tendrá el Wild O' Fest 3?

Durante el cambio de instrumentos, la pantalla gigante del escenario se ilumina y se ve a Wild Evel, quien durante casi 15 años fue cantante de la banda austriaca de garage-punk The Staggers y ahora comanda al cuarteto Wild Evel & The Trashbones, quien nos saluda a todos y finaliza su mensaje con un “nos vemos pronto, amigos”, al que le sigue una animación que anuncia que existirá un Wild O’ Fest 2018. ¿Se tratará del primer grupo confirmado para la próxima edición del festival? Lo que ya es un hecho es que la próxima actividad del festival se realizará el 17 de febrero de 2018 con la primera edición del Wild O’ Girls, variante que sólo incluirá agrupaciones conformadas por mujeres.

Las expectativas ahora son mayúsculas porque se colocan sobre el escenario los cinco integrantes de Satan’s Pilgrims, el conjunto de música surf surgido en Portland hace exactamente 25 años. Cada uno de los miembros va uniformado de rojo y con sus características capas al estilo de Bela Lugosi en su interpretación de Dracula. Nos saludan y muestran su entusiasmo por presentarse por primera vez en México y de inmediato suenan los primeros acordes de “Vampiro”, uno de sus temas más representativos y que viene incluido en su álbum Creature Feature de 1998 y que justo acaba de ser reeditado por primera vez en vinilo color verde. De hecho la banda trajo algunas copias para vender, pese a que todavía no está disponible en su propio país. Durante su presentación hicieron un recorrido por su extensa discografía, siempre con un sonido fresco, energético y vigorizante en el que combinaron temas de su más reciente material y algunos representativos de su carrera como “Que Honda?”, “Plymouth Rock” y su cover al tema principal de “The Godfather”, con el que reinventaron por completo la composición original de Nino Rota. En su momento los integrantes comentaron que debido a que viven en ciudades distintas, ahora ellos sólo ensayan una vez antes de cada uno de los pocos conciertos que ofrecen al año, pero después de ver su concierto parece imposible porque Bob, Dave, John, Scott y Ted son una endemoniada maquinaria de reverb a prueba de errores.

Satan's Pilgrims meets The Sonics/The Boss Martians. Fotografía cortesía de Evan Foster

El John Waters de la música surf

Ni siquiera hay espacio para poder descansar y analizar lo que acabamos de presenciar cuando ahora son los Phantom Surfers quienes se adueñan del escenario. Los viejos conocidos del público mexicano se presentaron por tercera vez en nuestro país pero fue la primera con su formación de quinteto. Debido a la versatilidad de sus integrantes, se pueden intercambiar de instrumentos con facilidad y es por eso que Russell se coloca en un extremo de la tarima como tercer guitarrista y ahora Maz Kattuah es el baterista. Cada uno finamente trajeado y con sus distintivos antifaces, el conjunto formado en California en 1988 transmite felicidad en cada una de sus piezas de rock & roll instrumental, además de contar con Mike Lucas, quien porta un bajo tan ligero que ni siquiera requiere un tahalí y es el encargado de contar chistes escatológicos entre cada canción. Su inteligencia, sarcasmo y sentido del humor quedó demostrado en su libro Rock Stardom for Dumbshits, publicado en el 2009 y que se encuentra a la venta en el stand de mercancía oficial del festival. De alguna forma es el John Waters de la música surf.

Setlist de The Phantom Surfers

Mientras la noche avanza, lo que predomina entre el público es la extraña costumbre de mantenerse pegados a sus teléfonos para grabar videos de nula calidad, horribles transmisiones en directo o tomarse selfies pixeleadas. En su momento, el escritor Juan Villoro la describió como la nueva epidemia del siglo XXI: “Representar los sucesos ya es más importante que vivirlos”.

Después de una espera que parece eterna, por fin se colocan los cuatro integrantes de Man Or Astro-Man? sobre el escenario y sin presentarse ni saludar, inician su set con “Inside The Atom”, tema incluido en su álbum Project Infinity de 1995. Durante esta noche no tienen pensado respetar los oídos de nadie y de inmediato continúan con “Evil Plans of Planet Spectra”, siempre con proyecciones de viejas películas de ciencia ficción en la pantalla gigante del lugar.

Birdstuff como nuevo bajista de MOAM? Fotografía cortesía de Brian Teasley

Como pocas veces, el sonido es demencial pero nítido y parece como si estuviéramos a bordo de un transbordador espacial con rumbo a otra galaxia. Recuerdo que días antes del concierto, el periodista Wenceslao Bruciaga describió a la banda como “un viaje en cohetes que transitan por fiestas en estaciones espaciales con extraterrestres inhalando cocaína”. Creo que no estaba del todo equivocado.

Avona Nova de MOAM? Fotografía cortesía de Samantha Paulsen

A lo largo de poco más de una hora, los cuatro alienígenas se dedican a recorrer su discografía y hay momento para canciones de la mayoría de los materiales que han lanzado durante sus 25 años de trayectoria, incluida su particular versión de "Destination Venus” de The Rezillos y que también interpretaron en su concierto de culto del 2014 en su primera visita a México.

No es lo mismo ni es igual

Por otra parte, la ausencia de Coco es notoria y eso se traduce en que no trajeron un theremin en llamas ni las bobinas Tesla y su interacción con el público es prácticamente nula. Su presentación fue como probar una paella sin chícharos: es deliciosa, no la desprecias y la disfrutas pero al final sientes que le faltó algo.

Setlist de Man Or Astro-Man?

Con un sábado convertido en domingo y en medio de vasos vasos de plástico, por fin es momento de escuchar al último grupo del festival. Primero se utiliza la pantalla principal para proyectar un video en el que Juanito Wau, vocalista de los recién separado Wau Y Los Arrrghs!!!, con su voz de lija presenta a The Sonics, los precursores de lo que después sería conocido como garage-punk.

Se trata de la segunda visita del quinteto de Tacoma a México, pero esta ocasión es diferente porque traen una nueva formación que podría considerarse un dream team. Como nuevo tecladista se encuentra el piromaniaco de Jake Cavaliere, conocido por su pasado con The Bomboras y su actual proyecto The Lords of Altamont, aunque también ha participado en agrupaciones como The Fuzztones, Link Protrudi & The Jaymen, The Finks y The Witchdoctors. Toda una vida dedicada al rock & roll incendiario.

Por otra parte, el otro nuevo integrante de la banda es Evan Foster, quien se encarga de la guitarra y tiene un camino previo como líder de The Boss Martians, una de las bandas de rock subterráneo más importantes de los noventa y quienes a finales de año lanzarán su nuevo material.

Con todos estos elementos parece imposible que algo salga mal y aunque durante las primeras canciones el audio es francamente malo, conforme transcurre su presentación se compone. Por otra parte, aparte de los cinco músicos sobre el escenario, también hay un conocido por todos: el Dr. Alderete, quien utiliza la pantalla de fondo para crear dibujos en tiempo real con el Tag Tool, al igual que usualmente realiza con su banda de cumbia psicotrópica Sonido Gallo Negro.

Clásicos de ayer y hoy

Los experimentados músicos no escatiman en sus canciones e intercalan piezas de This Is The Sonics, el álbum que marcó su regreso a los estudios de grabación, junto con piezas emblemáticas que en la actualidad conforman el Santo Grial del garage-punk. De esta forma, mediante gruñidos y un incendiante saxofón ejecutan “Cinderella”, “Bad Betty” y covers emblemáticos en la historia de la música como “C’mon Everybody” de Eddie Cochran y “Louie Louie” de Richard Berry.

Apenas va iniciando su presentación y entonces Jake Cavaliere se adueña del micrófono para interpretar “Get In The Car” de su banda principal, The Lords of Altamont. Vaya sueño lograr que The Sonics hagan un cover de una de tus composiciones.

El desfile de temas no termina y también hay lugar para “Boss Hoss”, “Psycho” y de manera sorpresiva interpretan “Lucille” del gritón de Little Richard. Mientras el festival empieza a llegar a su fin y los integrantes amagan con despedirse, la euforia y los gritos de júbilo hacen que regresen a la tarima para interpretar sus últimos tres temas de la noche: una gloriosa versión del clásico “I Don’t Need No Doctor” de Ray Charles y la enlazan con “Strychnine” y “The Witch”, que se convierten en los temas más coreados de la noche y con los que suman un total de 21 canciones dentro de su repertorio.

Setlist de The Sonics
Cuando las luces del foro se encienden, que es una señal amigable para informar que todo ha terminado, en la carpa exterior se coloca el estrafalario Russel Quan en las tornamesas para deleitar a los más arriesgados con una selección musical de su colección personal de vinilos, mientras uno a uno nos retiramos el circo que ya no es circo, pero sigue ofreciendo espectáculos llenos de animales.

lunes, 12 de junio de 2017

Reseña: Viernes De Hongos - Return of the Champiñons EP (Independiente, 2017)




Como ya se ha repetido en innumerables ocasiones, construirse una carrera musical no es una cuestión de velocidad sino de resistencia. En el caso específico de la música surf en México, a pesar de que existen más bandas que en ningún otro país, la mayor desventaja es la falta de constancia y son innumerables los casos de grupos que con la misma velocidad con que nacen, también desaparecen.

En ese mismo sentido, son realmente pocos los ejemplos de bandas nacionales del género que hayan logrado superar una década de existencia y dentro de este reducido grupo se encuentra Viernes De Hongos, cuarteto surgido en el 2004 en las polvorientas y contaminadas calles de la Ciudad de México.

Cuentan sus integrantes que la banda nació cuando todos eran un pequeños pubertos y lo único que buscaban era una manera sencilla de hacer sus tardes más agradables. Fue con el pasar de los años que empezaron a profesionalizarse y tomarse las cosas en serio. La experiencia y las arrugas en sus rostros no son simples adornos.

Fue gracias a tantos años de experiencia y de aferrarse al mundo de la música que en el 2014 lograron editar el EP ¡Puedes O No Puedes! (recomendamos leer nuestra reseña), su segundo material pero en realidad el primero grabado en un estudio profesional y con el que empezaron a llegar los elogios de personas ajenas a su círculo cercano. Fue también por eso que ahora decidieron repetir productor y estudio de grabación, aunque con algunos ligeros cambios de sonido que muestran a un conjunto con un estilo mejor trabajado y que no quiere encasillarse ni cerrarse a fórmulas probadas.

De esta forma, este año el cuarteto capitalino presenta el EP Return of the Champiñons, producido por Esteban Crunchy López (guitarrista de Lost Acapulco) y Jon Fuzz (guitarrista de Fenómeno Fuzz), quienes supieron pulir y potencializar el sonido de Viernes de Hongos, que en esta ocasión es llevado hacia otros terrenos.

Aunque el elemento central es la música surf relajada y cargada de reverberación como lo hacen notar los temas abridores "Agente Naranja" y "Beso del Payaso", es cuando suena el revolver inicial de "Hippie Marihuano" que se aprecian las inclinaciones hacia el sonido western e inclusive el grupo se atrevió a cantar por primera vez. Para continuar por los caminos experimentales, en "Popurruso" el cuarteto interpreta algunos temas populares de la cultura rusa aunque cambian el vodka por tequila para adaptarlos a su estilo.

Conscientes de que en la actualidad resulta muy complicado para un grupo autogestivo lanzar un material en formato tangible, decidieron hacer de su nuevo álbum un objeto de colección que se editó en CD en un pequeño y limitado tiraje de 100 copias, todas numeradas, que muestran a una banda aferrada que pese a todas las dificultades, se niega a abandonar la tabla.


lunes, 5 de junio de 2017

Reseña: Left Lane Cruiser - Claw Machine Wizard (Alive Records, 2017)




Se puede tener toda la tecnología a tu disposición y querer vivir en un mundo cercano al mostrado en caricaturas futuristas como Los Supersónicos, pero en un rincón minoritario, se encuentran los aferrados a los tiempos pasados y en especial al blues, el ritmo diabólico que se dice es la raíz de todo.

Fundir el blues con el punk hasta obtener un sonido sucio y grasoso ha sido el objetivo central de Left Lane Cruiser desde su fundación en el 2004, cuando Freddie J IV (guitarra y voz) y Pete Dio (batería) se unieron en este proyecto que desde entonces ha mantenido una actividad constante con giras y lanzamientos de álbumes prácticamente cada año. Para ellos las vacaciones no existen y su relación con la música es de tiempo completo.

Originarios de Indiana, Estados Unidos, ambos músicos son fieles amantes de los blueseros que surgieron en los alrededores del río Mississippi en las primeras décadas del siglo XX. El estilo salvaje de los antiguos músicos de tocar la guitarra y relatar sus penurias con sus voces fantasmales fueron una influencia definitiva para que estos dos hombres que parece, nacieron en la época equivocada, desarrollaran un estilo propio que con el pasar de los años han perfeccionado.

Después de varias giras internacionales que incluso trajeron al dueto por primera vez a la Ciudad de México el año pasado, ahora ya está listo su nuevo álbum que al igual que la mayoría de su obra, publica el sello californiano Alive Records y en el que no hay grandes cambios ni diferencias porque como explican los integrantes de AC/DC, cuando algo funciona no hay necesidad de modificarlo.

Si bien, durante algunos años Left Lane Cruiser modificó su estructura con la incorporación de más integrantes, en esta ocasión la banda regresa a su formación original de dueto. Como primer sencillo promocional se eligió el tema homónimo del disco y que presenta el lado más descarnado de la pareja con una filosa guitarra y una desquiciada batería que hace perder la respiración.

A lo largo de los diez temas también es posible encontrarse con "Booga Chaka", con un ritmo más lento y cercano al trabajo de B.B. King combinado con la voz rasposa de Howling' Wolf. De igual forma, llama la atención "Indigenous", que se encarga de cerrar el material y durante poco más de seis minutos presenta un incendiario sonido que va in crescendo hasta culminar con la pareja de músicos al borde de la destrucción de sus instrumentos.

Podrán pasar los años e inventarse todo tipo de artilugios para hacer nuestras vidas más cómodas, pero en el fondo, el blues siempre será uno de los géneros musicales más humanos del mundo y por fortuna existen agrupaciones como Left Lane Cruiser que hacen todo lo posible para evitar que eso se nos olvide.