Tijuana representa el lugar más alejado de la capital mexicana y bien se dice que es la ciudad más cosmopolita del país gracias a su variedad cultural, producto del choque de dos naciones bastante diferentes entre sí: México y Estados Unidos. En este escenario fue que nacieron Los Helldandys en el 2006, grupo que adoptó el psychobilly como modo de vida.
Después de su afortunado debut (Devils, Whisky And Razorblades, 2009) y de un split junto a los estadounidenses The Fucking Buckaroos (Popular Romance, 2009), los tijuanenses están de regreso con un álbum en donde, aparte del frenético psychobilly, también se escuchan ecos de blues, country, punk y rockabilly.
Se mantiene la dualidad español-inglés y en ambos idiomas se desenvuelve Óscar 357, quien a través de gritos eufóricos sirve de complemento al tololoche de Karim Dandy, la guitarra de Hecky HexRex y la batería de Carlos Rosales. De los doce temas que conforman su segundo larga duración destaca la abridora "Jungle Mon" por su potencia y agresividad, "Máscaras" con un trepidante ritmo y la versión campirana que hicieron a "Nobody's Woman" de Charlie Feathers.
Como complemento visual, resalta el trabajo de Benjamín Estrada, uno de los mejores ilustradores mexicanos y quien se encargó del arte de todo el material, el cual encaja a la perfección con las letras oscuras que hablan de monstruos, borracheras y aventuras nocturnas de este cuarteto fronterizo.
Como complemento visual, resalta el trabajo de Benjamín Estrada, uno de los mejores ilustradores mexicanos y quien se encargó del arte de todo el material, el cual encaja a la perfección con las letras oscuras que hablan de monstruos, borracheras y aventuras nocturnas de este cuarteto fronterizo.
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