Resulta complicado de creer que una nación tan pequeña como Nueva Zelanda, con apenas una población de poco más de 4 millones de habitantes y en apariencia alejada del resto del mundo, haya sido el punto en el que cuatro adolescentes se conocieron y optaron por crear a uno de los conjuntos más incendiarios, sucios y caóticos de la actualidad.
Mientras en ocasiones los conjuntos musicales buscan nombres rebuscados y con significados ocultos que ni ellos mismos entienden para bautizarse, en el caso de este sudoroso cuarteto fue todo lo contrario y optaron por elegir algo tan simple pero que describe su primitivo sonido a la perfección: The Cavemen.
Con apenas una breve trayectoria de un lustro, el combo que ahora radica en Londres se ha posicionado como uno de los más activos del panorama y eso se ve reflejado en sus lanzamientos constantes, además de que no temen en embarcarse en largas giras que ya los han llevado por Europa, Estados Unidos, Brasil y México. Cualquier lugar en el que los dejen mostrar su ruido siempre será bien recibido.
De esta manera, producto de la reciente gira por Latinoamérica, el conjunto conformado por Jack Beesley (guitarra), Jake Pringle (batería), Nick Armstrong (bajo) y Paul Froggatt (gritos) no sólo se emborrachó y se ganó fanáticos gracias a sus explosivas presentaciones sino que también fue un buen pretexto para grabar un par de temas y editarlos en un nuevo 7" que ha sido publicado por Dirty Water Records y Mandinga Records.
Fue así que los cavernícolas neozelandeses visitaron el Caffeine Sound Studio de Sao Paulo y sin complicaciones ni buscar alcanzar la perfección, sólo se enfocaron en tomar un poco de The Stooges, The Cramps y GG Allin como han hecho en todo su trabajo previo. El resultado se materializó en "Burn Out For Love" y "Dancing On The Razor Edge", piezas que transpiran sudor con tan sólo escucharlas y con el pretexto ideal para incitar al pogo.
Por otra parte, mientras ambas canciones fueron grabadas en Brasil, la gira de The Cavemen por México no pasó desapercibida y eso se puede reflejar en el hecho de que el video musical del tema "Burn Out For Love" incluye pietaje de Intrépidos Punk, película dirigida por Francisco Guerrero en 1980 y catalogada como una de las máximas exponentes del mexploitation.
Si bien, en la actualidad existen conjuntos que buscan cambiar el mundo y dejar un ejemplo positivo en todos sus fanáticos, también hay casos como estos cuatro neozelandeses que no persiguen nada en específico y su única preocupación es beber la máxima cantidad de alcohol posible y hacer de una vida una fiesta interminable.
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