Una frase que puede ser trillada pero no ha perdido validez es que el rock es una carrera de resistencia, no de velocidad. Lo anterior viene a colación porque aunque algunas personas buscan obtener el éxito fácil de manera inmediata, lo verdaderamente complicado es mantenerse vigente a lo largo de los años para no convertirse en recuerdos olvidables dentro del público.
En ese sentido, uno de los grupos mexicanos más necios y constantes que existen es Caníbales, proyecto que nació en Guadalajara hace más de una década y su objetivo central siempre ha sido ejecutar rock & roll potente y sucio. Nunca han intentado realizar combinaciones exóticas ni integrar otros estilos a su música para hacerla más digerible porque ellos son fieles creyentes de que el rock, mientras más sencillo, mejor.
Un par de guitarras, bajo, batería y voz son los elementos que describen a este cuarteto que desde su formación se ha mostrado bastante activo mediante la grabación de materiales que les han ayudado para darse a conocer no sólo dentro de Jalisco sino que también han logrado llevar su música a otras partes del país e inclusive han llegado a latitudes extranjeras.
Fue el año pasado cuando los tapatíos realizaron una pequeña gira por Canadá, lo cual no sólo les sirvió de experiencia y ganarse a nuevos seguidores sino que también ayudó para reforzar alianzas, como la establecida con el sello The Grizzlar Coffee & Records, el cual primero publicó un 7" de los mexicanos y ahora se repite la unión con el lanzamiento del nuevo EP de Caníbales.
En ocasiones los títulos de los materiales pueden ser engañosos o misteriosos, lo cual no ocurre en este caso porque Rocanrol es la mejor forma de describir el contenido musical del EP publicado en un vinilo de 12" para quien nunca ha escuchado al cuarteto mexicano.
En este caso cinco canciones son suficientes para adentrarse en el sonido de Caníbales, el cual se alimenta de conjuntos de importancia mayúscula en la historia de la música como AC/DC, Motörhead y Black Sabbath para ejecutar rock en una vertiente que evita todo tipo de complicaciones.
El tema abridor es "Ven Aquí", una pantanosa composición que presenta unos hipnóticos riffs de guitarra que sirven de complemento a la demoníaca letra cantada por Jesús Caníbal, quien cuenta con un tono de voz bastante distintivo y que hace pensar un punto medio entre un zombie y un catador de alcohol.
En el resto del material no existen variantes y "El Ombligo del Diablo" podría ser un blues electrificado compuesto por esclavos afroamericanos hace un siglo, mientras que "Electricidad" se muestra como un tema personal que relata en primera persona las aventuras que enfrentan los integrantes en cualquiera de sus conciertos.
Si bien, Caníbales es un conjunto que siempre se ha mantenido al margen de cualquier moda o movimiento popular, su incansable trabajo y necedad son sus mayores virtudes. No buscan descubrir nuevos sonidos ni mostrar un virtuosismo innecesario sino simplemente presentar rock & roll tan sencillo que cualquiera podría ejecutar.
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