Existen cosas que nunca van a cambiar y una bastante clara es el sonido de The Cavemen. En cuestión de un lustro el cuarteto originario de Nueva Zelanda se ha convertido en uno de los mayores referentes del punk & roll mundial.
A pesar de la vida de excesos que llevan sus integrantes, su compromiso con la música se mantiene presente. El resultado es un estilo de vida que se divide entre estar de gira por todo el planeta y la publicación constante de nuevo material.
Apenas durante este año el cuarteto publicó un sencillo (recomendamos leer nuestra reseña) y colaboró en una compilación del sello Dirty Water Records (aquí se puede leer nuestra reseña), pero ahora llega su flamante cuarto LP, que al igual que el anterior es publicado por el sello especializado en sonidos ásperos Slovenly Recordings.
Con el título directo de Night After Night, que describe cómo es vivir el rock & roll hasta sus máximas consecuencias, el material contiene 13 ruidosas composiciones que huelen a cerveza y transmiten el sudor que se vive en cualquier presentación de estos cavernícolas modernos.
La fórmula es tan sencilla que parece que cualquiera la puede replicar, pero tal y como lo demostraron los Ramones, en el rock no siempre destaca el que toca más rápido o mejor porque existen aspectos elementales como la actitud y la congruencia que no todos dominan.
Con una voz similar a lo que sucedería si alguien basa su alimentación en comer vidrios rotos, Paul Froggatt convierte sus gritos en una de las marcas inconfundibles de The Cavemen. Pero además también es necesario destacar el trabajo de sus compañeros Jack Beesley (guitarra), Jake Pringle (batería) y Nick Armstrong (bajo) porque la suma de todos los elementos es lo que permite obtener el sonido desafiante que está presente en cada una de las piezas.
La canciones varían su duración entre uno y dos minutos. Son tan directas que no necesitan más tiempo para explotar en los oídos. Hablar sobre peleas callejeras, relaciones amorosas fallidas o simplemente disfrutar el presente sin pensar en el mañana son algunos de los tópicos que se repiten a lo largo del material.
El nuevo álbum de The Cavemen suena exactamente igual al anterior y así ocurre con cada uno de sus lanzamientos. No se trata de una banda que aspire a crear el próximo éxito de moda que le otorgue fama y fortuna sino simplemente desea convertir el rock & roll en una forma de vida.
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