Si el rock es diversión y se hizo para desafiar a las generaciones anteriores de mentalidad arcaica, ¿por qué no subirse al escenario disfrazados de unos simples órganos sexuales de peluche? Tal parece que de una forma así de sencilla nació el aspecto visual de este dueto europeo que lleva por nombre The Sex Organs y se declara un orgulloso representante del garage-punk from outer space.
Debajo de unas botargas de peluche que simulan ser un pene y una vagina gigantes se encuentran Jackie (guitarrista de los suizos The Jackets) y Bone (integrante de los holandeses The Anomalys, banda que visitó México en el 2012), dos experimentados músicos que con sus respectivas bandas se han dedicado a recorrer medio planeta con el objetivo claro de esparcir la palabra del rock sucio, desaliñado, gritón y sudoroso. En sus propias palabras, son dos entes provenientes de otro planeta que aterrizaron en la Tierra con el único objetivo de predicar la palabra del sex & roll.
Como ya lo han declarado con anterioridad, el binomio nació por diversión y con la simple intensión de presentarse en el festival español Funtastic Dracula Carnival (recomendamos leer nuestra entrevista con los organizadores) en su edición de 2014. Después del concierto y al ver la buena respuesta del público era claro que se le tenía que dar continuidad al proyecto, así que de inmediato la pareja se metió al estudio y de forma fugaz y precaria grabaron un par de temas que fueron editados en un 7" (aquí pueden leer nuestra reseña del sencillo) que salió en el 2015.
Al ser ambos integrantes de bandas que están en constante actividad, fue hasta que sus respectivos proyectos les brindaron un poco de tiempo libre para que Jackie y Bone regresaran al estudio a grabar los 11 temas que conforman su primer LP y que de nueva cuenta vienen con la firma de calidad que sólo el sello suizo Voodoo Rhythm Records puede brindar.
Aquí no hay un muestrario de temas filosóficos ni se intenta impresionar a nadie a través de complicadas estructuras musicales ni largos solos de guitarra y batería, tan sólo son dos personas que ejecutan sus respectivos instrumentos de la forma más simple y rudimentaria posible. Como era de esperarse, sus canciones se basan en pequeñas frases cavernícolas que hablan sobre cosas tan cotidianas como sexo, orgasmos, lubricación y masturbación.
Con sampleos al inicio de la mayoría de los temas, en los que parodian las viejas películas de ciencia ficción de los cincuenta, para simular que el disco en una estación de radio, la pareja que emana sudor y carroña le sube al fuzz y en cada una de sus pequeñas composiciones de dos o tres minutos lanza proyectiles sonoros que van directo a lo más profundo de los oídos y provocan bailes en todos sus escuchas.
Y porque la parte musical no lo es todo, el LP viene cargado de extras porque además también incluye la versión del material en CD, el tablero de un juego de mesa, similar al clásico Serpientes Y Escaleras, diseñado por los propios músicos y un póster de doble cara, que aparte de ser pequeños e incuantificables detalles que uno como fanático agradece, también busca regresar la experiencia de sentarse a escuchar un ruidoso álbum en su totalidad, justo como era tradicional antes de la era digital.
Aquí no hay un muestrario de temas filosóficos ni se intenta impresionar a nadie a través de complicadas estructuras musicales ni largos solos de guitarra y batería, tan sólo son dos personas que ejecutan sus respectivos instrumentos de la forma más simple y rudimentaria posible. Como era de esperarse, sus canciones se basan en pequeñas frases cavernícolas que hablan sobre cosas tan cotidianas como sexo, orgasmos, lubricación y masturbación.
Con sampleos al inicio de la mayoría de los temas, en los que parodian las viejas películas de ciencia ficción de los cincuenta, para simular que el disco en una estación de radio, la pareja que emana sudor y carroña le sube al fuzz y en cada una de sus pequeñas composiciones de dos o tres minutos lanza proyectiles sonoros que van directo a lo más profundo de los oídos y provocan bailes en todos sus escuchas.
Y porque la parte musical no lo es todo, el LP viene cargado de extras porque además también incluye la versión del material en CD, el tablero de un juego de mesa, similar al clásico Serpientes Y Escaleras, diseñado por los propios músicos y un póster de doble cara, que aparte de ser pequeños e incuantificables detalles que uno como fanático agradece, también busca regresar la experiencia de sentarse a escuchar un ruidoso álbum en su totalidad, justo como era tradicional antes de la era digital.
1 comentario:
Muy interesante la publicacion!
gracias!
saludos
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