martes, 22 de octubre de 2013

Reseña: Reverend Horton Heat - 25 To Life (Yep Roc Records, 2012)


Han pasado 25 años desde el comienzo del Reverend Horton Heat y es momento de recordar el pasado... ¡No! ¡Yo no quiero hacer eso! Apenas estoy empezando (o al menos así lo sigo sintiendo). 25 años es demasiado en cuanto a las matemáticas se refiere, pero en cuanto a lo que yo siento, y creo que puedo hablar por Paul y Jimbo también, es sólo otro número. Otra pieza de información abstracta y sin sentido que en realidad sólo dice un pequeño porcentaje de toda la historia. 
Pero, dicho esto, significa que hemos sido capaces de mantener esta cosa juntos durante un cuarto de siglo (en un mundo donde el promedio de vida de las bandas es de menos de diez años). De alguna manera, yo ya sabía que iba a funcionar de esta manera.
Con estas palabras es que Jim "Reverend Horton" Heath inicia el emotivo texto que acompaña el box set titulado 25 To Life, con el que celebró sus primeros 25 años al frente del proyecto musical con el que se ha ganado a una nutrida y numerosa cantidad de seguidores alrededor del mundo.

Originalmente, Jim comenzó sus andanzas en el mundo de la música amateur desde mediados de la década de 1970, mientras cursaba la Universidad en su natal Texas; sin embargo, tuvieron que pasar casi diez años para que Jim fundara al Reverend Horton Heat, un grupo que parte del rockabilly y lo funde con el country, punk, psychobilly, swing, R&B, blues, gospel, honky tonk y demás géneros musicales para desembocar en un inconfundible sonido.

En el mismo texto que forma parte de este material, Jim menciona que desde que desde que era joven, le han desagradado los músicos ostentosos, las estrellas de un sólo éxito (one hit wonders) y especialmente los rockstars; en cambio, músicos como Sonny Boy Williamson y Buddy Guy se convirtieron en sus ejemplos a seguir. Lo que le llamaba la atención de ellos es que no se disfrazaban cada que se subían a un escenario: con la misma ropa que se presentaban frente al público era la misma que portaban en su vida cotidiana. De igual forma, ellos hacían su música sin preocuparse en lo que estaba de moda. Su música era real porque ellos eran reales.

El propio guitarrista texano acepta que nunca ha tenido un "éxito", pero eso nunca ha sido un obstáculo porque nunca lo ha buscado. Su principal objetivo es hacer lo que más ama y eso es hacer música.
Pero a pesar de todos los contratiempos que ha tenido que sortear a lo largo de un cuarto de siglo, es bastante paradójico que las canciones del Reverend Horton Heat han sonado en series de televisión, películas e inclusive ellos han formado parte de algunos de los festivales musicales más importantes del mundo y han tenido la oportunidad de alternar junto a muchas de sus agrupaciones favoritas. Los ejecutivos de disqueras que los rechazaron en sus inicios ahora se deben de estar dando de topes.

Así es que con el pretexto de festejar sus primeros 25 años de carrera, el Reverend Horton Heat organizó un concierto en el Fillmore Theater de San Francisco en agosto del 2010. Todo fue grabado y, un par de años después, se lanzó en un paquete especial que incluye tanto audio (existe una edición en CD y otra en vinyl) como video de lo ocurrido.
Un total de 16 temas son los que conforman este imprescindible material en el que recorre sus nueve LP's en estudio y que resulta una joya en todos los sentidos. En cada una de las canciones se puede apreciar la energía desbordada de Jim en la guitarra y voz, Jimbo en el contrabajo y Paul en la batería. Su poder y confianza mutua es tal, que en no pocas ocasiones se permiten improvisar a media canción.

Si uno escucha por separado cada tema, parece difícil de creer que todas sean interpretadas por un mismo grupo. Su versatilidad musical se traduce en pasar del country-punk de "I'm Mad" a la potencia inaudita de "Psychobilly Freakout" (el primer sencillo de su primer álbum que, de forma extraña, fue editado en 1990 por Sub Pop Records, en medio de la explosión grunge) y a la trepidante "Baddest Of The Bad", mientras que en las antípodas está "It's Martini Time" en donde coquetean con el swing. Sin embargo, en cuando a emotividad, la noche se la llevó "Where In The Hell Did You Go With My Toothbrush", probablemente el tema más personal de Jim, en donde relata las penurias que pasó con su primera esposa, todo a ritmo de blues.

Como complemento, se incluye un DVD con todo el concierto y entrevistas tanto a los integrantes de la banda como a ayudantes y amigos, e incluso aparecen músicos de otras agrupaciones, como por ejemplo Lemmy de Motörhead, quien se confiesa como un gran fan de este combo texano. Y para redondear, el box set también incluye un booklet de 52 páginas a color en donde, aparte del texto completo con el que inicia este post, también aparece una numerosa cantidad de fotografías en donde es posible recorrer visualmente los 25 años de trayectoria del Reverend Horton Heat, un sujeto que toda su vida ha hecho lo que se le ha pegado la gana... para fortuna de nuestros oídos.




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