domingo, 27 de octubre de 2013

Reseña: Documental Mondo Fuzz: Twilight of the Idles

La actual efervescencia que vive el género documental dentro del mundo cinematográfico ha provocado que se realicen trabajos de todo tipo. Su bajo costo y el hecho de documentar la historia son sus principales bases. La música no está exento de ello y uno de los trabajos más recientes, que tiene como protagonistas a bandas de rock & roll desafinadas, con sonidos salvajes, primitivos, gritos aulladores y que dejan su vida sobre el escenario (lo cual es relativo porque no existen escenarios propiamente) es el documental Mondo Fuzz: Twilight of the Idles, dirigido por el cineasta Andy Ray Lemon.

El eje rector del documental es mostrar la actual escena de garage (que está conectada con el punk y el rock & roll) de Austin, Texas. 
Andy es un todoterreno que decidió enfocarse en lo que conoce y muy bien, en su currículum sobresale su experiencia dentro del Austin Psych Fest y Troma, por lo que no le costó ningún trabajo enfocarse en todas aquellas bandas de la región que no gozan de fama ni popularidad (muchas, inclusive son ignoradas en medios supuestamente democráticos como internet) pero que eso no es obstáculo para no prestarles unos minutos de atención. Toda esa música subterránea creada por cavernícolas modernos.

Al inicio, se muestran viejos pietajes de cómo era el modo de vida americano a mediados de siglo, cuando después de la Segunda Guerra Mundial, parecía que Estados Unidos era un lugar paradisíaco en el que todos quería vivir. Imperaban las buenas costumbres, los buenos modales y todo era progreso. De todo el territorio norteamericano, Texas era uno de los estados más estables y que mostraba mayor crecimiento; en cambio, en la actualidad ha perdido buena parte de su fama y para nada se trata del mejor lugar para vivir... pero sí es un gran lugar para comenzar una banda de rock & roll.

Si se parte de la idea de que una banda de rock & roll debe ser furiosa y tener algo que decir (sin aventura, el rock es pop), entonces Austin es perfecto para cualquier banda que sólo aspire a divertirse y emborracharse de vez en cuando. Probablemente no serás famoso, pero sí podrás hacer lo que quieras sin tener que rendirle cuentas a nadie.

La explosión del hardcore norteamericano le mostró a toda una generación (y las generaciones venideras) que no necesitabas talento, equipo costoso, ser guapo o agradable, lo único que necesitabas era ACTITUD.

Con actuaciones completas de agrupaciones como The Strange Boys, Night Beats, The Bad Lovers, Women Bones, The Gory Details, Planet Rye Co, The Well, Dikes Of Holland, Tituana Bible, Ghost Wolves y Ben Tipton (también conocido como DJ Buddy Lite y fundador de Burger City Records que aparecen a lo largo de los casi 120 minutos que dura el documental y en los lugares más variados (clubs semivacíos, fiestas, tiendas de discos, conciertos al aire libre) hacen sonar sus instrumentos. Los integrantes de todas las bandas son personas ordinarias, vestidas como cualquiera de nosotros, con playeras de sus bandas favoritas, pantalones de mezclilla rotos por su uso constante, tenis sucios y que, afortunadamente, todavía no han caído en las garras de una industria musical putrefacta que incita al endiosamiento y al "yo soy superior a ti, por eso yo estoy arriba de la tarima y tú no".

Cada interpretación viene intercalada con fragmentos de viejas películas de ciencia ficción, terror o de bajo presupuesto, comerciales y con pequeños extractos de videojuegos. La nostalgia por revivir tiempos ya desaparecidos se hace evidente.

Llama la atención que al momento en que cada banda menciona a sus bandas favoritas y que los motivaron a agarrar un instrumento y comenzar a hacer "ruido", los nombres que más se repiten son Link Wray, Ramones, Jesus And Mary Chain, The Cramps, Gene Vincent, G.G. Allin. Y lo que tienen en común todos estos nombres es que, aunque tal vez no fueron mundialmente famosos ni vendieron cantidades exorbitantes de discos, siempre fueron unos transgresores musicales que desafiaron todas las reglas que a cada uno le tocó vivir.

Y como postulado final, en el documental se afirma que, aunque son de otras zonas geográficas, la influencia de The Mummies y Flat Duo Jets (con el genial Dexter Romweber al frente) fue determinante para la actual escena del rock & roll que se vive en Austin. De ambas bandas se rescatan presentaciones que se incluyeron como muestrario del sonido que manejaban.

Mondo Fuzz fue estrenado el pasado mes en el Minneapolis Underground Film Festival y en el South Texas Underground Film Festival. El siguiente paso es llevarlo a cuanto festival cinematográfico sea posible. Ojalá y la infección se expanda hacia otros países porque vale la pena conocer este detallado trabajo acerca de uno de los géneros más menospreciados y denostados por muchas personas: el garage.



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