martes, 31 de mayo de 2016

Reseña: Intestino Grueso - Intestino Grueso (Épico, 2016)




En el México de la década de los noventa, de forma paralela a movimientos musicales como el llamado rock en tu idioma y la avanzada regia, allá abajo, en el subsuelo de la Ciudad de México, se gestó otro movimiento igual de interesante pero que por su naturaleza siempre careció de atención y apoyo. Agrupaciones conformadas por jóvenes y no tan jóvenes que no se metían en asuntos políticos ni pregonaban su raíz latina y cuyo sonido se alejaba por completo de lo que dominaba en el mainstream de la época. Ellos no buscaban ni ser los próximos Nirvana ni se encontraban inmersos en el rap metal, tan sólo hacían música "diferente" y aunque con el tiempo algunos lograron despuntar, otros se convirtieron en auténticas bandas de culto del underground mexicano. Fue de esta generación que salieron nombres como Los Esquizitos, Lost Acapulco, Los Sicóticos, Las Ultrasónicas, The Sweet Leaf, Melamina Ponderosa, Comando Groovy e Intestino Grueso.

Intestino Grueso nace de las cenizas de bandas como Mazinger Z y Asquerot Shit y a la vez es el resultado de amigos que frecuentaban La Panadería, un espacio cultural encabezado por el escritor Guillermo Fadanelli, quien se volvió en el antihéroe y estandarte de la comunidad artística alternativa (cuando el término alternativo significaba algo) de la ciudad. En este sitio se reunían escritores malditos, artistas visuales incomprendidos, cineastas en ciernes, músicos frustrados y borrachos profesionales. Dicen los que saben, que por las noches en este lugar se organizaban las mejores fiestas de la orbe, con excesos de todo tipo, drogas abundantes y una ecléctica selección musical.

Fue tal vez como producto de todo lo anterior que un grupo de outsiders e incomprendidos decidieron montar su propia banda en la que metieron por igual influencias de Angélica María que de The Cramps y lo mismo sonaban a los Ramones pero también hacían covers de Tatiana y Timbiriche. Después de varios cambios de integrantes, la alineación más estable de Intestino Grueso consistió en Miguel Calderón (voz), Yibran Asuad (guitarra), Ali Gua Gua (guitarra), Pedro Zulu González (bajo) y Amy Brown (batería).

El nombre del conjunto surgió porque, según explicaban los propios integrantes, "tocaban pura mierda". Mientras algunos intentaron definir su sonido como punk a-go-gó, otros los clasificaron dentro del garage y otros tantos siempre se sintieron ofendidos y los descatalogaron al argumentar que ellos nunca tuvieron carencias ni provenían de clases bajas, por lo que no podían tocar punk y sólo eran artistas jugándole al músico.

Con una actitud desenfadada que se comprobaba en cada una de sus presentaciones, en las cuales solían disfrazarse de diversos personajes, desde obreros, mecánicos y hasta cavernícolas, los cinco amigos, apasionados y conocedores de la música, tenían como héroe a Mike Mariconda (productor de bandas como Raunch Hands, The Devils Dogs, Pleasure Fuckers y The Mummies), por lo que no dudaron en ponerse en contacto con él e invitarlo a que se encargara de la producción del álbum debut de Intestino Grueso, a lo que el neoyorquino respondió afirmativamente y el resultado fue una sesión grabada en formato análogo en el estudio 19 de la Ciudad de México en el año 2000.

Con la oportunidad de poder abrir conciertos de grupos extranjeros de prestigio como The Fuzztones, The Cynics, Misfits y las Gore Gore Girls y cuando todo parecía avanzar y por fin la banda estaba a punto de abandonar el subterráneo para darse a conocer ante audiencias más grandes, de forma abrupta optaron por separarse y ponerle punto final a su carrera, por lo que el álbum jamás fue lanzado y sólo varios años después se filtró de manera no oficial a internet (en su momento nosotros compartimos el enlace para descargarlo).

Es hasta ahora, 16 años después de que fue grabado, que el sello Épico, comandado por Julián Lede (Titán, Silverio, Beso Negro, Melamina Ponderosa), decidió publicar el ansiado álbum de culto en una pequeña edición limitada a 250 copias en vinilo que, como extra, incluye un insert con las letras de las canciones y fotografías inéditas de la banda, además de una tarjeta con un código para descargar el material en mp3.

Como si se tratara de un tesoro que permaneció oculto durante una eternidad, el material mantiene un sonido vigente marcado por su rasposo y desenfadado estilo que no tiene comparación con ninguna otra banda nacional de su generación. A varios años de distancia, las canciones de Intestino Grueso inclusive han sido versionadas por grupos como Los Esquizitos, Fenómeno Fuzz, Riesgo de Contagio, Los Explosivos (grabaron el cover en un 7") y Beso Negro (en su momento escribimos la reseña de su EP debut).

Es cierto que en el álbum en vinilo, ahora simplemente titulado igual que la banda, no aparecen todas las canciones que originalmente formaban parte del archivo que circuló en internet (se extrañan principalmente "Intestino Grueso", "Macho Biónico" y "Bestia") pero en su lugar se incluye "Culo Plano", un tema que nunca había visto la luz en ningún formato.

Después de su separación, cada integrante siguió su camino por separado: Yibran se dedicó a la edición de películas y documentales; Ali Gua Gua revivió a Las Ultrasónicas y después se volvió una trotamundos con sus proyectos de cumbia; Zulu formó a Chino Y Los Cochinos y posteriormente a Thelmo Castelló Y Los Soundalikes; Miguel se convirtió en un reconocido artista visual que ha expuesto en los museos más importantes del país y fundó Beso Negro; y Amy se regresó a Estados Unidos y se alejó por completo del mundo de la música. Pero antes de que todo esto pasara, es justo (re)valorar al grupo que dividió opiniones, incomodó a propios y extraños y estuvo a nada de convertirse en the next big thing, pero las piezas del ajedrez no se acomodaron para que sucediera.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es genial conocer, y revalorizar esa etapa tan olvidada de nuestro
ambiente musical, en hora buena GRACIAS X COMPARTIR

anibalalonso dijo...

Qué tranza, súbete la de Culo Plano, pa completar las rolas.