Para su cuarto LP, el one-man-band francés King Automatic decidió crear su álbum más complejo y arriesgado a la fecha. Pero no hay que confundirse, no es que ahora toque covers de Emerson, Lake & Palmer o que aspire a ser el próximo Satriani, ¡NO! Lo del galo es y será el rock & roll pútrido y en su estado más salvaje.
Después de basar su sonido en el primigenio blues y el rock incendiario a la Jerry Lee Lewis, ahora King Automatic decidió expandir su paleta sonora y nutrirse de otros estilos, como la música caribeña, los sonidos exóticos y el rocksteady, para dar a luz algo que resulta muy difícil de describir pero muy fácil de disfrutar.
Como primer ejemplo de su reinvención está "La Vampira Del Raval", un adictivo tema que incluye unas castañuelas españolas y un teclado de aroma calypso que muestran una cara desconocida del guitarrista. Hasta hace no mucho tiempo, una combinación de este tipo hubiera sonado impensable.
Por su parte, la canción homónima del disco nos presenta a un músico que coquetea con el rocksteady y el reggae, géneros que no suelen tener muy buena relación con el garage pero que aquí, dejan un agradable sabor. En ese mismo camino de explorar mundos desconocidos, "Plan B (Adopt A Lap Dancer)" es un notable ejercicio en el que se conjuga el blues con la música de cabaret.
En lo que se refiere a los sonidos melancólicos y solemnes, la muestra más evidente es "All Crossed Out In Red", creado únicamente con una guitarra de palo y un acordeón pero que a través de los coros celestiales hace referencia al gospel.
Y así, olvidándose de las fronteras musicales y abandonando su zona de confort, fue que este músico francés, cobijado por la Voodoo Rhythm Records, realizó uno de los mejores álbumes que se han editado en este joven 2015.
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