domingo, 16 de diciembre de 2012

Reseña: The Cavernarios - Puertas Cerradas (Música Para Locos Records, 2012)


Detrás de una de las portadas más feas que he visto, se esconde el nuevo material de The Cavernarios.
Hablar de ellos es referirse a una de las bandas más infravaloradas de la escena mexicana. ¿Por qué? Seguramente se debe a que son una agrupación que no pertenece a ningún género en particular y con cada nuevo lanzamiento se reinventan.
Lo fácil sería ubicarlos dentro del garage, pero también se han adentrado en el mundo del rockabilly, rock & roll, western (basta escuchar "Cactus" y "Jikury" de su primer álbum) y surf instrumental, la última escala que tomaron en su anterior lanzamiento, Camino A Varadero, uno de los discos nacionales que más disfruté el año pasado, pese a que pasó desapercibido por prácticamente todos los medios.
Pero The Cavernarios no es una banda que haga música para los periodistas, ellos hacen lo que les gusta y porque les gusta. De esta forma y un poco en tono irónico, decidieron titular a su más reciente material como Puertas Cerradas por el hecho de que hasta la fecha, no han recibido el apoyo/reconocimiento que merecen; al contrario, pareciera que su destino es ser ninguneados y vivir a la sombra de otras bandas. Siempre se les han cerrado las puertas.

Hubiera sido muy fácil repetirse y lanzar una continuación de su anterior material; en cambio, el cuarteto mexiquense decidió cambiar de rumbo y para su tercer LP se adentraron en el rock  setentero con ciertos toques de psicodelia. Cuando escucho su nuevo disco, me remiten a bandas mexicanas que reinaron a inicios de la década de los setenta del siglo pasado: Dug Dug's, El Ritual, Peace And Love, Ciruela, La Máquina Del Sonido, Enigma, Nahuatl, etc.
El festín sonoro inicia con "Agítalo, Muévelo", que con una letra de una simple frase que repiten a lo largo del tema, nos presentan un nuevo sonido que a muchos seguramente transportará a Avándaro. Mientras que en "En El Barrio" regresan a uno de sus tópicos favoritos: fiestear hasta que la policía llegue a arruinarlo todo. En cambio en "Fiesta En Mis Pantalones" encontramos una diferencia notable y es que se trata de un tema cantado en inglés y español. Mientras que en "Pajarillo Amarillo" sorprenden con la incorporación de una armónica, lo que le da ciertos toques blueseros a la canción.
El material es corto, lo integran nueve temas originales y un cover. En este caso, hicieron una reinterpretación de "Pass The Hatchet" de Roger & The Gypsies pero ahora rebautizada como "Pásame el Hacha".
Siguen los gritos primitivos que fueron una de las cualidades con las que los conocimos hace cerca de una década, pero ahora se sienten mucho más relajados. El bajo de Alf es el nuevo protagonista de sus canciones, él es el que se encarga de guiar el rumbo de cada tema.
A diferencia de su instrumental Camino A Varadero, aquí todos los temas son cantados; sin embargo, dejaron atrás la suciedad mostrada en el split lanzado junto a Telekrimen hace un par de años.
También hay que destacar que el material fue grabado en una toma, nada de repeticiones infinitas para buscar el sonido perfecto. Lo que aquí se escucha fue lo primero que salió, algo que parece casi una regla porque así suelen ser todos los discos de los originarios de Cuautitlán Izcalli.

El álbum ya está a la venta y fue editado en vinyl por Música Para Locos Records en un limitado tiraje de 300 copias; también existe una versión en CD editada por la propia banda y con una portada alternativa (menos fea diría yo).



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