En el universo actual de la música surf, una de las tareas más complicadas a las que te puedes enfrentar como banda es lograr un sonido que te identifique del resto de tus colegas. La música instrumental se encuentra más propensa al plagio consciente e inconsciente, pero eso no significa que todos los exponentes se queden tranquilos en su zona de confort.
El punto de encuentro fue la ciudad de Ruan, ubicada al noroeste de Francia, un lugar alejado de las caóticas metrópolis y en el que predomina la calma y la tranquilidad. Si acaso, en años recientes adquirió cierta notoriedad por ser el lugar de nacimiento del actual mandatario galo. Aquí, en este lugar, fue el punto de partida de Les Agamemnonz, uno de los representantes de música surf más destacados de años recientes.
Con apenas un lustro de trayectoria, el cuarteto ganó reconocimiento desde el lanzamiento de su álbum homónimo, editado en vinilo de 10" en el 2013 por el sello griego Green Cookie Records, uno de los más importantes a nivel mundial. A finales del año pasado y con la misma disquera, pusieron a la venta Au Revoir, en el que se reafirma su fino y reluciente sonido instrumental, a tal grado que fue considerado por Música Inclasificable como uno de los mejores discos internacionales del 2015 (aquí se puede leer la lista completa).
Con una obvia adoración por los sonidos emergidos de la costa de California varias décadas atrás, el cuarteto galo ejemplifica lo que originalmente se bautizó como música surf: canciones relajadas con una melodía que engancha a la primera y unas reverberantes guitarras que imitan el sonido de las olas del mar. Los adoradores de la velocidad y las máscaras de luchador probablemente se sentirán decepcionados porque aquí no aparece ninguno de esos elementos.
A través de nueve breves canciones, el combo integrado por Benjamin Bonaventure (guitarra), Simon Ripoll-Hurier (guitarra), Lucas Morin (bajo) y André Pasquet (batería) es capaz de llevarnos, de ida y vuelta, en un viaje exprés por una soleada playa embelesada por mujeres en bikinis y hombres atléticos montando sus tablas de surf. Desde la inicial "Schnell Wie Eine Rakete", con un sonido tan húmero que inclusive transpira arena, hasta "A Palavas-Les-Flots" con una fuerte influencia del flamenco y la guitarra española, cada uno de los temas es una caricia para los oídos.
De forma paralela al álbum que sólo fue lanzado en vinilo, también se puso a la venta el CD titulado De A à Z, en el que se reúne la discografía del cuarteto, algo destacado si se considera que su primer material se encuentra prácticamente agotado.
Mientras que a nivel visual, el mayor rasgo distintivo de Les Agamemnonz son las togas de la era romana con las que, invariablemente, siempre se presentan durante sus conciertos. Una original forma de complementar su envidiable y pacífico sonido que funciona de bálsamo sonoro.
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