Tuvieron que pasar exactamente 200 días desde aquel íntimo concierto ofrecido por
Wild Evel el 24 de agosto del año pasado para volverlo a ver en la Ciudad de México pero ahora junto a toda su tropa loca, es decir,
The Staggers.El evento se realizó en el
Casino Metropolitano, lugar extraño que a grandes rasgos es un bodegota que desafía todas las normas de seguridad y salubridad posibles.
Había baños portatiles y los únicos baños decentes estaban atrás de la consola de audio pero escondidos con una manta negra así que poca gente se enteró de su existencia.
Comprar cualquier bebida era todo un rito que implicaba hacer doble fila -lo más chistoso del asunto es que los boletos de las bebidas tenían el logo del desaparecido Cultural Roots- y era una pérdida de tiempo enorme.
No hay ventilación y las paredes evidenciaban que en efecto, hace no mucho tiempo ese lugar era un casino con una distintiva frase "PROHIBIDO CRUZAR APUESTAS".
Pero la parte musical es lo más importante. Primero subieron al escenario los de
Matorral Man que ahora estrenaron una sección de vientos en vivo, ya cuentan con trompeta y trombón para aumentar su sonido fiestero.
Luego fue el turno de los
Twin Tones quienes como siempre, fueron la delicia del público. Les siguieron
The Cavernarios con ese sonido sucio y primitivo que los caracteriza y hasta se dieron oportunidad de estrenar un tema de su flamante nuevo álbum próximo a editarse. Ellos dieron paso a
Lost Acapulco, organizadores de la fiesta y que utilizaron varios videos para aderezar sus canciones y tocaron casi completamente su nuevo álbum.
La constante de todas las bandas mexicanas fue el mal sonido, rebotaba más que en el Palacio de los Deportes...y eso ya es decir mucho.
Poco antes de la media noche aparecieron sobre el escenario
Lightning Iris, Los Fixos, The Earl of Krigor, Candee Beat, Shakin' Matthews y Wild Evel, quienes juntos son obviamente
The Staggers.Tuvieron ciertos problemas con el audio durante las primeras 2 canciones, el teclado de Lightning Iris falló pero después el sonido fue bastante aceptable.
Wild Evel reafirmó que es una bestia y definitivamente es uno de los mejores frontman que existen en la actualidad. Con su característico chaleco que tiene la leyenda "One Ugly Child" (que también trajo el año pasado y seguro nunca en su vida ha lavado) se la pasó brincando, revolcandose y moviendose por todo el escenario y en dos ocasiones se aventó encima del público.
Dieron un repaso por su discografía al interpretar temas como "Out Of My Mind", su clásico "Old Intro", "Little Girl", "No Como Tu", "Wild Teens", "Do The Rippper", "The Jaguar" y "Black Hearse Caddilac".
Hubo tres covers que yo reconocí, primero "Murder In The Graveyard" del Screaming Lord Sutch, "Lucille" de Little Richard y "Hey Hey" de The Rounds Barrier.
Con ellos las paredes del lugar literalmente sudaban, era un sauna humano y el caldo humano se hizo presente.
Su actuación duró poco más de una hora, durante la cual todos sacamos el cavernícola que llevamos dentro.
Hubo disposicion de la banda, del público (la venta de material oficial de la banda así lo demuestra) pero el único pero que yo le pongo es el lugar. De los peores lugares para realizar conciertos que conozco.
Ahora unas fotos cortesía de
War-zombie A Go Go:

