Cuentan los integrantes de Protex que cuando vieron a The Clash en su primera gira por Irlanda del Norte, en 1977, algo detonó en su interior y los inspiró a iniciar un proyecto musical similar al de sus nuevos héroes. Como otros tantos adolescentes alrededor el mundo, presenciar un concierto del grupo comandado por Joe Strummer fue un sueño hecho realidad que les cambió la vida para siempre.
Fue de esta forma que un año después, en 1978, cuatro amigos originarios de la pequeña ciudad irlandesa Belfast formaron una banda que, sin ser su intensión, fue la precursora del punk en su país natal. Hasta antes de ellos, el género caracterizado por sus cortas y trepidantes canciones de crítica social era inexistente en esa nación europea. Y como toda cadena evolutiva, con el pasar del tiempo se invirtieron los papeles y ahora Protex se convirtió en la máxima influencia del punk local.
Su trayectoria, en un inicio, fue como un relámpago que desaparece casi de inmediato pero deja una profunda marca a su alrededor. Bastaron tres años en los que publicaron varios 7" y lograron presentarse en distintos foros del Reino Unido e inclusive Estados Unidos para hacerse de un nombre y volverse una banda de culto. Pero con la misma velocidad que surgieron también desaparecieron en 1981.
Tuvieron que pasar muchos años para que, de manera fortuita, una nueva generación de público conociera el trabajo de Protex y el cuarteto decidiera reunirse. El primer paso ocurrió en el 2010 cuando el sello neoyorquino Sing Sing Records encontró varias grabaciones del grupo irlandés que habían permanecido enlatadas y las publicó con el nombre de Strange Obsessions. Esto despertó el interés de Aidan Murtagh (voz y guitarra) y David McMaster (guitarra), dos de los integrantes originales, quienes reformaron a la banda y desde entonces la han mantenido con vida, además de realizar giras por países como Italia, Suecia, España y Japón.
Pero la inquietud no quedó sólo en revivir el pasado sino que, con el pasar de los años, también renació la idea de componer y regresar al estudio, así que en esta nueva etapa de la banda se editaron un par de 7" y un álbum en vivo grabado desde Tokyo en junio de 2013.
Todos estos antecedentes nos traen al presente, con la publicación de Tightrope a cargo del sello austriaco Bachelor Records. En esta ocasión, al cantante Aidan se le unen Norman Boyd (guitarra), John Rossi (bajo) y Gordie Walker (batería) para conformar la alineación actual del cuarteto.
Pese a la edad, la experiencia acumulada a lo largo de los años es notoria y ahora el grupo muestra un sonido más sereno que el que los caracterizó en su primera época. Ya con un amplio bagaje sobre sus hombros, el conjunto presenta un refinado estilo similar al de bandas como Wire, The Fall, Television y el primer R.E.M. Es rock en cierta forma tradicional pero con el corazón lleno de punk rock.
El álbum contiene una decena de enérgicas composiciones ejecutadas sin prisas ni malabares y tan sólo con un par de guitarras, bajo y batería. Mientras que en algunas ocasiones se aprecia su cara más acelerada ("Waiting For The Sign" y "Because Of You"), en otros momentos muestras un lado más recatado e introspectivo ("Even If I Wanted To" y "The Fool In My Mind").
A pesar de su larga ausencia sobre los escenarios, lo aprendido en su primera etapa parece que nunca desaparecerá y eso queda de manifiesto en su nuevo material que demuestra que se puede envejecer por fuera, pero lo que en realidad importa es la salud mental y en ese aspecto ellos son bastante jóvenes.
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