Con la idea bastante clara de que todo sacrificio vale la pena si a cambio podrás dedicarte de tiempo completo a lo que más te gusta, fue que nació Capsula (así, sin tilde) en 1998 en Buenos Aires, Argentina. Su creador fue el guitarrista y cantante Martín Guevara, quien con el pasar de los años, encontró en Coni Duchess (bajo) e Ignacio Solimo (batería) sus compañeros idóneos de sueño; los tres decidieron aventurarse y mudarse a Bilbao, País Vasco, donde actualmente radican.
El trío tiene un profundo amor por géneros tan distintos entre sí, como el space rock, el blues, el shoegaze, el garage y el punk. Al combinar todo, resultó un sonido oscuro, denso, pesado y fantasmal.
Hicieron de su vida una aventura y prácticamente todo lo que llevamos del siglo XXI ha sido gira-álbum-gira, no han parado y la palabra 'vacaciones' no aparece en su diccionario personal. Con esto, han logrado recorrer buena parte del territorio europeo y Estados Unidos, con lo que se han ganado el aprecio y respeto de medio mundo, incluyendo a la crítica especializada y no tan especializada, llegando incluso a ser considerados por David Fricke (periodista estrella de la revista Rolling Stone) como una de sus bandas favoritas.
Desde un inicio, los sudamericanos siempre mostraron pleitesia por David Bowie, uno de sus músicos favoritos de toda la vida. Luego de que el año pasado inclusive realizaron varios conciertos en los que interpretaron de forma íntegra el álbum The Rise And Fall of Ziggy Stardust And The Spiders From Mars del músico británico, este año llegaron todavía más lejos y lograron que Tony Visconti (productor de cabecera de Bowie) aceptara producirles su nuevo trabajo.
Los diez temas que integran el disco están cantados en inglés y desde el primer instante uno se sumerge en densas capas que combinan a la perfección la distorsión y el feedback con amigables armonías, lo que hace imposible no recordar a bandas como Sonic Youth, Black Rebel Motorcycle Club, T. Rex, Dinosaur Jr. y hasta los primeros trabajos de The Flaming Lips. Sonidos sucios y pantanosos que sirven de recubrimiento a una psicodélica voz que nos transporta a otros mundos.
El tema abridor es "The Riverside Of Love", que suena al comienzo de un viaje dimensional y que a su vez, sirve de punto de unión con "Constellation Freedom", una poderosa canción que gracias al bajeo y voz de Coni, nos hace recordar a los ahora separados Sonic Youth. Sin embargo, el mejor momento llega con "Seven Crimes" (que contiene la acertada frase "We are all slaves of the same lie" que resuena a lo largo de toda la canción), un lento y espeso tema que suena a la unión de Velvet Underground con Hüsker Dü.
El álbum está disponible a través del sello vasco Gaztelupeko Hotsak en CD y en un psicodélico vinil azul.
Después de tantos sacrificios y abandonarlo todo, poco a poco han ido cosechando el fruto de su trabajo constante.
Durante todo noviembre estarán de gira por Estados Unidos, pero será el 4 de diciembre que le harán un hueco a su agenda y se presentarán por primera vez en México junto a Guadalupe Plata en el Centro Cultural de España. Concierto más que recomendado.
El trío tiene un profundo amor por géneros tan distintos entre sí, como el space rock, el blues, el shoegaze, el garage y el punk. Al combinar todo, resultó un sonido oscuro, denso, pesado y fantasmal.
Hicieron de su vida una aventura y prácticamente todo lo que llevamos del siglo XXI ha sido gira-álbum-gira, no han parado y la palabra 'vacaciones' no aparece en su diccionario personal. Con esto, han logrado recorrer buena parte del territorio europeo y Estados Unidos, con lo que se han ganado el aprecio y respeto de medio mundo, incluyendo a la crítica especializada y no tan especializada, llegando incluso a ser considerados por David Fricke (periodista estrella de la revista Rolling Stone) como una de sus bandas favoritas.
Desde un inicio, los sudamericanos siempre mostraron pleitesia por David Bowie, uno de sus músicos favoritos de toda la vida. Luego de que el año pasado inclusive realizaron varios conciertos en los que interpretaron de forma íntegra el álbum The Rise And Fall of Ziggy Stardust And The Spiders From Mars del músico británico, este año llegaron todavía más lejos y lograron que Tony Visconti (productor de cabecera de Bowie) aceptara producirles su nuevo trabajo.
Los diez temas que integran el disco están cantados en inglés y desde el primer instante uno se sumerge en densas capas que combinan a la perfección la distorsión y el feedback con amigables armonías, lo que hace imposible no recordar a bandas como Sonic Youth, Black Rebel Motorcycle Club, T. Rex, Dinosaur Jr. y hasta los primeros trabajos de The Flaming Lips. Sonidos sucios y pantanosos que sirven de recubrimiento a una psicodélica voz que nos transporta a otros mundos.
El tema abridor es "The Riverside Of Love", que suena al comienzo de un viaje dimensional y que a su vez, sirve de punto de unión con "Constellation Freedom", una poderosa canción que gracias al bajeo y voz de Coni, nos hace recordar a los ahora separados Sonic Youth. Sin embargo, el mejor momento llega con "Seven Crimes" (que contiene la acertada frase "We are all slaves of the same lie" que resuena a lo largo de toda la canción), un lento y espeso tema que suena a la unión de Velvet Underground con Hüsker Dü.
El álbum está disponible a través del sello vasco Gaztelupeko Hotsak en CD y en un psicodélico vinil azul.
Después de tantos sacrificios y abandonarlo todo, poco a poco han ido cosechando el fruto de su trabajo constante.
Durante todo noviembre estarán de gira por Estados Unidos, pero será el 4 de diciembre que le harán un hueco a su agenda y se presentarán por primera vez en México junto a Guadalupe Plata en el Centro Cultural de España. Concierto más que recomendado.
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