domingo, 24 de marzo de 2013

MI CRÓNICA DE CORIZONAS EN MÉXICO

Corizonas: Más épicos que una película de Kurosawa

Yo, la verdad, sólo quería ver a Corizonas. 
Después de recorrer el caótico Zócalo capitalino y sortear coches, vendedores ambulantes y la amenaza de una lluvia, la mayor sorpresa es ver que el lugar ya está lleno y además, hay una fila enorme de personas ansiosas de entrar. "¡Love of Lesbian ya están tocando!", grita con una efusividad pocas veces vista una de las desafortunadas personas que ya no pudieron ingresar. Ninguna de las súplicas son efectivas ante el personal de seguridad que resguarda la entrada del lugar.
Mi mayor motivación es que Corizonas serían los últimos en tocar así que una de las librerías de segunda mano que abunda en la calle de Donceles fue la encargada de entretenerme durante la siguiente hora.

Ante mi regreso al Centro Cultural de España la sorpresa es ver que la mayoría del público formado se esfumó. El primer grupo ya terminó su set y con ellos, una buena cantidad de los asistentes desalojaron el lugar. Bendito mal gusto de las personas.
Una vez adentro, uno se percata que el llamado Espacio X luce a la mitad de su capacidad. Y entre los asistentes, sorprende su bajo promedio de edad.
Las primeras dos canciones ejecutadas por Supersubmarina son suficientes para convencerme de que el pasillo exterior será mi refugio durante los siguientes sesenta minutos. 
Por fin termina el suplicio y se puede observar a los propios integrantes de Corizonas conectando sus instrumentos para, ahora sí, cerrar con broche de oro una extraña noche.
Un rápido vistazo al puesto de mercancía oficial antes de comenzar la presentación muestra que prácticamente todo lo que trajeron para vender ha desaparecido. Sólo quedan unas cuantas copias del nuevo EP de Arizona Baby y algunas del álbum debut de Corizonas en su versión compacta.

Todo está listo, se apagan las luces y el primero en aparecer es el Señor Marrón con su enorme barba y su cara de pocosamigos. Agarra su guitarra con la misma seguridad que uno abraza a su novia.
Uno a uno van apareciendo los integrantes del 'supergrupo' español hasta quedar los siete integrantes sobre la tarima. Detrás de ellos, se proyectan unas sencillas animaciones.
Después de una pequeña improvisación que funciona como intro, suena los primeros acordes de "Hey Hey Hey (The News Today)", justo el tema que abre su primer LP.
Al inicio hay pequeños problemas con el sonido del lugar pero nada que moleste demasiado. Los técnicos del lugar se encargan de arreglarlos y todo se escucha perfecto.
Volteo a mi alrededor y lo más alarmante es que cada vez somos menos. Ellos se lo pierden.

El segundo tema en sonar es "The Deceiver", con la sorpresa de que Javi cambia su bajo por un contrabajo y logra sonidos todavía más profundos.
"Somos Corizonas... y ustedes también", son las palabras de bienvenida que Javier Vielba pronuncia ante las pocas personas que permanecemos en el lugar.
Con sus movimientos, es fácil determinar la personalidad de cada uno de los integrantes. El mencionado Javier Vacas es el de las caderas más flexibles y aprovecha cualquier momento para contonearse al ritmo de la música. En una esquina se encuentra el ucraniano Yehven, trompetista que parece una estatua. En la otra esquina está Rubén Marrón, otro que esconde sus emociones y no deja nada a la vista. En la retaguardia está Loza, el baterista de las patillas infinitas, pero a diferencia de Los Coronas, aquí sí ejecuta su instrumento sentado. Intercalando sus posiciones están Fernando y el giganteso David, los dos guitarristas eléctricos que aprovechan cualquier momento para sonreir. Y al centro, como todo buen frontman, está el otro Javier (Vielba), quien se encarga de mantener el ánimo encendido e incentiva al público a que griten y sacudan las manos junto con él.

Prácticamente se aventaron todos los temas de su LP, pero la diferencia es que en vivo, las canciones se convierten en pequeñas bombas sonoras que es imposible ignorar. Adquieren una potencia que no se aprecia en el álbum. En "The Falcon Sleeps Tonight" el ucraniano se luce y hace ver a su trompeta como una extensión más de su cuerpo. La frialdad del exterior es inversamente proporcional a la calidez que muestra en su sonido.
Los covers no podrían faltar y uno de los más espectaculares fue "Supernaut" de Black Sabbath, aunque para los que vimos a Los Coronas en el mismo lugar una semana antes, no fue ninguna sorpresa. Ver la batería tocada a cuatro manos entre Loza y Vielba es algo digno de alabarse.
También desfilaron "La Cárcel De Sing Sing" de Alci Acosta; "Wish You Were Here" de Pink Floyd y hasta "Hiedra Venenosa" (que ya nos habían mostrado unos días antes).
Pero casi sin temor a equivocarme, puedo asegurar que el momento de mayor lucidez fue cuando cuando hicieron sonar el clásico "Have Love Will Travel" de The Sonics pero ahora interpretado en español y con la misma fiereza de la versión original.
Ya se acerca la hora de la despedida y recurren a 'hacerse un cover', o lo que es lo mismo, interpretan "Shiralee" de Arizona Baby. El último tema en retumbar el lugar es la bella "Piangi Con Me", cover de The Rokes que el conjunto español grabó para un EP el año pasado.

Entre todos los asistentes se respira un aire de satisfacción, pero uno siempre quiere más y ante los gritos, los integrantes del conjunto no se hacen del rogar y regresan para interpretar un par de temas más. Uno de ellos fue el indispensable "I Wanna Believe", canción que confirma a Corizonas como una de las más grandes joyas musicales que han surgido en España en los últimos años. Si sus canciones son pequeños himnos cantables, sus conciertos son épicos como pocos. 
Y como bien dijeron el inicio de su concierto, al menos durante una noche, todos fuimos Corizonas.


"I wanna believe in Dylan
I wanna believe in Beatles
You gotta believe in something
I wanna believe in you"

2 comentarios:

Zombie A Go Go dijo...

Chidas reseñas.
"Bendito mal gusto" jeje
Creo también un momento chingón o al menos de los que más me latió fue ese lapso de "supernaut" seguida de "carcel de sing sing","wish you were here", "run to the river" (mi favorita) y run to the woods no recuerdo muy bien el orden pero reoo asi fue. Un saludo.

Rodrigo R. Herrera dijo...

Vaya que sí, una lástima que tan poca gente se haya quedado a verlos, pero a la vez, también estuvo mejor así porque el público fue todavía más selecto.
Saludos!