MI CRÓNICA DE GALLO NEGRO EN LA GALERÍA VÉRTIGO

El pasado 8 de diciembre, la colonia Roma fue testigo de la cumbia lisérgica de Gallo Negro.
Ellos dieron un concierto gratuito (que no tuvo nada de acústico) en la Galería Vértigo.
Conformado por los mismos integrantes de los Twin Tones/Espectroplasma y con el añadido de Edwin (Telekrimen, Silencios Incómodos) en las percusiones y una persona no identificada en el güiro.
Con videos de viejas películas mexicanas de ficheras de fondo que a veces rayaban en el soft porno, inició la presentación de la banda.
Sin mucho diálogo y sin decir el nombre de cada pieza, únicamente se dedicaron a tocar.
Su sonido es raro y no muy común, tienen como máxima influencia a Los Mirlos y eso ellos mismos lo aceptan.
Su música es instrumental, a veces incluyen algunos diálogos de películas mexicanas y gracias al par de teclados que usan y la martilleante batería, su sonido adquiere ciertos aires hipnóticos, aunque también ayudaban las caderas de Tongolele que se veían al fondo para hipnotizar.

No es simple cumbia como la que abunda en las fiestas mexicanas, tampoco es cumbia-rock, tropicumbia o cumbia chistosita y mucho menos es cumbia electrónica o del futuro como la que escuchan los hipsters que se quieren hacer los kitch.
Lo que hicieron los integrantes de Gallo Negro fue voltear al pasado y al sur, así encontraron que a finales de los sesenta, en Perú surgió este narcótico ritmo. Influido completamente por sustancias alucinógenas que alteran la percepción de los sentidos para llevarte a otros universos, aunque por otro lado también es la música perfecta para sacar al bailador que todos llevamos dentro.

Pero la sorpresa del concierto se produjo casi al final del mismo, invitaron a Lucio (usual colaborador en los conciertos de los Twin Tones y Matorral Man) para que tocara la flauta transversal y al Dr. Alderete en el theremin.
Si el sonido de la banda es hipnótico y lisérgico, con el poderoso theremin sonaron también galácticos.
No hace falta que repita que mi instrumento musical favorito es el theremin y por eso, esa fue mi parte favorita del concierto.
El Dr. Alderete ahora debería hacerse llamar Dr. Theremin (o Dr. Alderetheremin, ja) porque lo hace bastante bien. Con la mano derecha controla los tonos y con la mano izquierda controla el volumen (las pláticas de Ernesto Mendoza me han ayudado bastante).

Fue una buena noche, los de Gallo Negro demostraron que el futuro de la cumbia está en el pasado.