martes, 16 de diciembre de 2014

Reseña: Muck And The Mires - Dial ‘M’ For Muck! (Dirty Water Records, 2014)



Considerados como la combinación de The Beatles de 1964 con los Ramones de 1977, Muck And The Mires son un cuarteto originario de Boston que gusta de crear canciones cortas que cuentan con la potencia del punk y garage, pero también contienen dosis de powerpop, blues y mucho soul.

Para su más reciente LP, titulado Dial ‘M’ For Muck!, compusieron una docena de temas que mantienen el mismo estilo que los ha llevado a recorrer parcialmente Estados Unidos y realizar diversas giras europeas. Ya hace unos años fueron los ganadores del concurso realizado por Little Steven Van Zandt (integrante de la E Street Band de Bruce Springteen y locutor del programa de radio Underground Garage) en busca del grupo de rock subterráneo más energético del país. Si eso no fuera suficiente, se debe recordar que han compartido escenario con figuras como Dick Dale, Dictators, Supersuckers, Ray Davies y MC5, entre otros, lo cual permite entender un poco de su sonido.

Con una historia peculiar, el grupo nació sin proponérselo. Alrededor del 2000, Muck (Evan Shore, exintegrante de The Queers y The Voodoo Dolls) grabó un demo casero bajo el nombre de Muck And The Mires, simulando ser una grabación de los sesenta perdida en el tiempo, que de inmediato llamó la atención de varios sellos, aunque al final los que se encargaron de editarlo fueron Amp Records en CD y Soundflat Records en vinilo. El álbum llevó el extraño título de All Mucked Up – The Best of The Muck And The Mires, y a la fecha muchas personas piensan que se trata de un greatest hits de una vieja banda, cuando en realidad se trata del primer material de un proyecto imaginario. Ante las expectativas generadas y el buen recibimiento, Evan decidió reclutar a otros músicos para, ahora sí, concebir formalmente a Muck And The Mires.

De regreso al presente, lo que el cuarteto registró en este disco editado por el sello inglés Dirty Water Records son temas que siguen la estructura de una canción pop promedio, pero con la energía y los gritos eufóricos que sólo el rock puede generar. Hay guitarras salpicadas de fuzz, un hipnótico teclado y una batería que siempre marca el mismo ritmo.

Sin falsas pretensiones, a ellos no les interesa cambiar el mundo ni implantar una determinada ideología política, lo único que les interesa es que te sacudas y transpires mientras disfrutas de cualquiera de sus composiciones, porque seguramente ellos harán lo mismo arriba del escenario.


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